2 de diciembre de 2018 | International Solidarity Movement | Nablus, Palestina Ocupada
La población palestina ejerció una vez más su derecho a la libertad de expresión en virtud del derecho internacional, y una vez más, se encontraron con gases lacrimógenos y disparos. El pasado domingo 2 de diciembre, a las afueras de Nablus tuvo lugar una manifestación contra la continuada construcción de colonias y puestos avanzados israelíes, el encarcelamiento de palestinos –jóvenes y adultos– y contra las declaraciones de la administración Trump para trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén.
Durante la manifestación, cuando los ataques por parte de las fuerzas de Ocupación israelíes cesaron, un activista comentó: «Rechazamos cualquier intento de hacer de Al Quds (Jerusalén en árabe) la capital de este estado sionista, que pretende dividir nuestras tierras con el ‘Gran Proyecto de Jerusalén’ o ‘Plan E1’, que pretende conectar la colonia de Ma’aleh Adumim con Al Quds a través de las tierras y ciudades palestinas, cimentando así la separación de nuestra tierra en pequeños cantones.”
El constante acoso a los derechos palestinos, humillaciones y los castigos colectivos a su población están en el epicentro de la ocupación, que nutre las continuadas protestas en toda la Cisjordania ocupada durante los últimos años. El ejemplo más reciente de esta crueldad sistemática es Asra’a Al-Ja’abis, quien lleva encarcelada 2 años y medio, y se le ha negado un tratamiento médico adecuado para las quemaduras graves sufridas después de que su coche explotara tras un accidente en 2015.
Tras cada tregua en la violencia que ejercen las fuerzas de ocupación, éstas volvían estas a lanzar gases lacrimógenos y disparar balas metálicas recubiertas de goma, obligando a retroceder cientos de metros a los manifestantes. La prensa y los activistas internacionales presentes en la manifestación esquivaron también las balas recubiertas de goma, los gases lacrimógenos y las granadas aturdidoras.
Varios palestinos fueron atendidos por intoxicación, a causa de los gases lacrimógenos. Otra persona fue disparada por un francotirador con munición de guerra. Según los informes fue alcanzado en la pierna, sangrando abundantemente. Fue trasladado al hospital para recibir tratamiento y posteriormente se supo que su salud no corría peligro.